Lucía Sánchez, creadora de Yo Soy Tierra, gana la primera edición del Proyecto Clea al mejor emprendimiento femenino en el medio rural
La iniciativa, que organizan Bodega Bardos y FADEMUR, supone un impulso económico de 5.500 euros para este proyecto de cultivo y comercialización de esponjas vegetales ecológicas, asentado en Carcabuey (Córdoba), en el parque natural de las Sierras Subbéticas.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) y Bodega Bardos, bodega de la compañía de vinos Vintae en Ribera de Duero, celebraron el jueves en las instalaciones de Correoslabs en Madrid la gala de entrega de la primera edición del Proyecto Clea, una iniciativa que promueve el desarrollo económico de proyectos de mujeres que aportan valor al medio rural.
Lucía Sánchez Julián se ha erigido ganadora del Proyecto Clea. Lucía, bajo su marca Yo Soy Tierra, cultiva, transforma y comercializa las luffas o esponjas vegetales de la más alta calidad en Carcabuey (2.454 habitantes, Córdoba), en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas. La ganadora aseguró que se siente “orgullosa porque algo tan sencillo como recuperar la tradición con nuestras esponjas vegetales haya llegado hasta aquí, a ganar el Proyecto Clea”. Sobre esta iniciativa dijo que “es muy necesaria porque a veces necesitamos ese pequeño empujón y que se reconozca nuestro trabajo en el día a día en el campo”.
El jurado eligió este proyecto por lo innovador de la propuesta, que supone la recuperación de un cultivo olvidado en la zona, el de las luffas, una especie de la familia de las curcubitáceas que al secarse se convierte en fibra. Según la fundadora, “es una alternativa perfecta al plástico, son 100% naturales, biodegradables y compostables. El planeta nos está pidiendo a gritos que paremos de consumir plástico como lo hacemos”. Yo soy Tierra es un proyecto sostenible en el que todo el proceso de cultivo, manipulación, transformación y venta se lleva a cabo con el máximo respeto y cuidado por el planeta y las personas.
Además de la ganadora, a la gala han asistido las otras dos emprendedoras que resultaron finalistas: María Calvo del Castillo, con su proyecto Ecofinca Ayala, una finca ecológica situada en Santa Brígida (Las Palmas de Gran Canaria) y Paloma Arguisjuela Calero con Carrialoe, una explotación agrícola innovadora que ha implantado cultivos como el aloe vera en la zona de Escacena del Campo (Huelva).
En total, se presentaron a la convocatoria 64 candidaturas, todas ellas asentadas en localidades con menos de 5.000 habitantes. La mayoría son proyectos del sector agrícola, casi todos cuentan con un gran impacto social, generando empleo de forma directa e implican una transformación digital.
El origen de Proyecto Clea
Proyecto Clea nació de la inquietud de Bodega Bardos por devolver al territorio rural “un poco de lo mucho que nos aporta”, explicó Richi Arambarri, CEO de la bodega. “Decidimos crear un nuevo vino, Clea, con un trasfondo social, para impulsar proyectos en el medio rural que apuesten por la innovación, la sostenibilidad y que ayuden a asentar población”. Además, la bodega, que forma parte de la Compañía de vinos Vintae, apostó por las mujeres como motor del territorio rural, de la mano de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de España. Desde FADEMUR, su presidenta, Teresa López, afirmó que “este tipo de alianzas entre las empresas y nuestra organización tiene un alto impacto en las vidas de las mujeres rurales y, por tanto, en sus territorios”.