Ya ha pasado el invierno y estamos ya en pleno inicio del nuevo ciclo vegetativo, sin embargo, en estos meses pasados, durante el reposo vegetativo de las cepas, en el que los viñedos están calmados y hay más tiempo para observar y reflexionar, sobre lo que uno ve y lo que vio a lo largo de la añada, me ha llamado la atención algo que quería compartir con vosotros. Se trata del número de viñedos en vaso que se están transformando en espaldera y, la pregunta obligada es ¿por qué un viticultor toma esta decisión? Las posibles respuestas son múltiples, tantas como viñas De vaso a espaldera. Transformar para ahorrartransformadas. Sin embargo, hay un denominador común para la mayoría de los casos: la reducción del precio de la uva y del vino.

En los últimos años, los precios del vino y  de la uva, a nivel general, se han visto reducidos, y consecuentemente también la rentabilidad de las explotaciones, lo que hace imprescindible optimizar el proceso productivo para garantizar su viabilidad. Cuando uno se plantea la necesidad de reducir costes, las operaciones que más peso tienen en el proceso productivo de uva para vinificación son la poda, la espergura y la vendimia manual. Todas ellas son operaciones que demandan gran cantidad de mano de obra.

La primera de ellas, la poda, es imprescindible en la mayoría de las situaciones en las que se producen vinos de calidad (Vinos de Pago, Denominaciones de Origen Calificadas, Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas), para respetar el número máximo de yemas por hectárea y producir, con garantías, uvas de calidad.De vaso a espaldera. Transformar para ahorrar

En el caso de la espergura, se podría pensar en prescindir de ella. Sin embargo, al adoptar esta estrategia, la iluminación y la aireación de los racimos se verían reducidos y, consecuentemente, se vería comprometida la maduración y las cualidades de la uva. Además, prescindir de la espergura significa permitir que, los pequeños brotes que pueden eliminarse fácilmente en primavera, a mano, lignifiquen y haya que quitarlos en la poda invernal, con la ayuda de tijeras, lo cual incrementará notablemente los costes, es decir, que lo ahorrado en primavera se pagará caro en invierno.

Donde sí puede intervenirse de manera drástica sobre los costes es en la vendimia,  sustituyendo la vendimia manual por la mecánica. Por esta razón, muchas explotaciones vitivinícolas  han optado en los últimos años por transformar sus viñedos, o parte de ellos, de vaso a espaldera, lo que  permite mecanizar la recolección y reducir notablemente sus costes.

Sin embargo, esta decisión tiene otras consecuencias, como el hecho de que se modifica el paisaje y, algo más importante, el paisanaje.

De vaso a espaldera. Transformar para ahorrar

El paisaje debido a que se sustituyen las clásicas cepas en vaso por cepas apoyadas en alambres; porque se sustituyen los tres o cuatro brazos que constituyen una cepa en vaso por cepas con un tronco y uno o dos brazos; porque se introducen en las viñas postes y alambres.

De vaso a espaldera. Transformar para ahorrar El paisanaje porque al reducir las necesidades de mano de obra se condiciona un modo de vida desarrollado en las zonas vitivinícolas durante generaciones. Hay cuadrillas de trabajadores, de profesionales que, cepa a cepa, viña a viña, pueblo a pueblo, cierran la añada “empalmando” la poda con la espergura, la espergura con la vendimia, la vendimia con la poda…, y vuelta a empezar,  de modo que año tras año conocen, como nadie, las viñas y las cepas. De esta manera, a cada una de ellas le dan lo que necesita, en función de lo que cada una de ellas les demanda en las tres visitas que le hacen al año, una en la poda, otra en la espergura y otra en la vendimia, la definitiva. Este proceso constituye una mejora continua, que ha permitido, durante décadas, acumular conocimiento y mejorar añada tras añada, corrigiendo los desvíos e imperfecciones, aprendiendo a decidir, a anticiparse, a caminar hacia la excelencia.

Esto nos debe hacer reflexionar sobre lo que verdaderamente significa seleccionar y descorchar una botella de vino. No sólo es comprar una botella, no solo es comprar un vino, es más que beber un caldo, es contribuir a un modo de vida único, un modo de vida de hombres y mujeres dedicados al cuidado de las cepas, es culminar una historia.

¿Eres mayor de 18 años?

Para garantizar que nuestros vinos se disfrutan de forma responsable debemos confirmar que eres mayor de edad para comprar y consumir alcohol en tu país de residencia. De no existir una legislación al respecto sobre este tema, debes ser mayor de 18 años.