Classica Hacienda López de Haro Gran Reserva Tinto 2005
Un legado de complejidad y madurez avalado por el paso el tiempo.

Viñedo
Tempranillo de viñedos viejos formados en vaso, edad media de 70 años, algunos de ellos plantados “al cuadro” o al marco real justo después de la invasión filoxérica. Ocupan terrazas arcillo calcáreas al pie de la Sierra de Toloño con orientación Sur, en elevada altitud, con clima fresco, en la comarca de la Sonsierra (San Vicente y pueblos aledaños). La Garnacha proviene de viñedos de 90 años plantados en la zona de Cárdenas, en el Alto Najerilla. También se sitúan a una altitud elevada, sobre terrazas arcillo-ferrosas orientadas al Norte.
Vendimia
Manual y escalonada durante la última semana de septiembre y la primera de octubre.
Elaboración
Cada variedad y paraje se fermentaron por separado en depósitos de acero, siempre con las levaduras propias de la uva y con una fermentación maloláctica espontánea. Maceración muy respetuosa durante dos semanas.
Varietal
Tempranillo y Garnacha.
Grado
14.34% Vol.
Crianza
Tres años y medio en barricas bordelesas de roble francés, mitad nuevas y mitad usadas con tostados ligeros y medios; con su posterior ensamblaje para terminar su afinamiento durante una larga estancia en botellas.
Nota de cata
Visual
Con una gran intensidad de color, preserva una capa alta a pesar de su prolongada fase de envejecimiento. Muestra tonalidades de intenso rojo cereza, aunque viradas hacia tonos más teja en el ribete debido a su evolución en el tiempo.
Nariz
Destaca por su gran intensidad y complejidad, sin dejarse dominar por el carácter oxidativo que se le puede asociar a un vino tan longevo. Destacan fundamentalmente las notas especiadas y el regaliz, acompañadas de fruta negra y piel de naranja. De fondo se aprecian también las notas balsámicas que le confieren un gran atractivo y un punto de frescor, junto con notas de hojarasca, tabaco y frutos secos que encierran esa complejidad en una gran armonía de aromas.
Boca
Posee una gran intensidad y a la vez también destila suavidad. De sensaciones táctiles muy amables que denotan calidez, mantiene una gran energía basada en su buena acidez. Su inicio es dulce y envolvente, para dar lugar a un largo paso por boca muy amable que confluye en un postgusto lleno de complejidad. Un vino de reflexión cargado de matices que invitan a pensar y a descubrir.