Le Naturel Lakar: la esencia olvidada de Navarra
Un pequeño pedazo de tierra, algo menos de una hectárea, puede ser testigo de la historia de una región vitivinícola. Puede hablar de lo que fue, de qué variedades eran las más idóneas para la zona, de cómo cultivaron la tierra quienes la habitaban e incluso de qué vinos bebían.
También es prueba de la resistencia de varias generaciones que apostaron por mantener vivo un patrimonio hoy escasísimo de viñedos viejos de Garnacha en Navarra. Gracias a ellos presentamos hoy Lakar, un nuevo vino que se une a la familia Le Naturel. Un vino que es paisaje, raíces y memoria.
Lakar nace en un pequeño viñedo plantado en 1920 en la localidad del mismo nombre. Cien años después de su plantación, en 2020, la cosecha se convirtió en tan solo 1.810 botellas de este vino envolvente y amable, complejo y con una gran capacidad de guarda, que transmite en la copa la magia de un paisaje que podría desaparecer si no lo defendemos.
El viñedo
Localidad: Lakar (Valle de Yerri, Navarra).
Año de plantación: 1920.
Superficie: 0,8 has.
Altitud: 440 metros.
Orientación: Noreste.
Suelo: Arcillo calcáreo con buena profundidad.
Marco de plantación: Marco real con gran densidad (1,5 m x 1,5 m).
Sistema de conducción: vaso.
Variedades: Garnacha (95%) y cepas sueltas de otras variedades.
Elaboración
La uva se vendimió a mano en pequeños cestos el 25 de septiembre de 2020. Tras la selección de racimos, se maceró durante nueve días sin apenas tocar la uva, excepto algunos remontados para refrescar el sombrero. Se hizo el descubado manual y un prensado muy ligero. La fermentación alcohólica y maloláctica tuvo lugar en un pequeño depósito de hormigón. Después, el 90% del vino se crió 12 meses en un fudre de 1.200 litros de roble austríaco. El otro 10% permaneció en el depósito de hormigón y se ensamblaron antes del embotellado.
